Con sus 320 km2 de superficie, el delta del Ebro constituye el segundo habitat acuático y reserva migratoria más importante del mediteráneo occidental. El paisaje llano que ofrece el Delta es único en toda Catalunya. El parque natural, que cubre unas 7.700 ha de superficie, está dividido en diferentes áreas, unas, facilmente accesibles, otras, con una autorización previa. Desde Deltebre, sin salir del Delta de Ebro, se pueden visitar las lagunas y marismas de esta zona y las tranquilas playas de la Marquesa o Riumar, o practicar el remo o la pesca en la desenbocadura del río. Aparte de observar pájaros, por lo que recomendamos llevar unos prismáticos e ir a primera hora de la mañana o al final del día, también se pueden realizar otras actividades como paseos en barco hasta la misma desembocadura, paseos a pie, recorridos en bicicleta, tumbarse en la playa, probar la gastronomía típica de la zona (el arroz, con su denominación de origen, es el cultivo más importante del del Delta), etc. Lo recomendable de Delta, evidentemente, es disfrutar de inusual paisaje sin montañas ni prácticamente edificios y hemos de avisar que circular en coche no es fácil, porque todos los caminos parecen iguales y no hay muchos indicativos. Los núcleos más grandes son Deltebre, formado por Jesus y Maria y la Cava, Sant Jaume d’Enveja y el Poble Nou del Delta. La primera excursión que recomendamos es embarcar en Riumar y navegar por el río hasta su desembocadura. Si es posible, realizar esta excursión en primavera y a primera hora de la tarde. Los barcos se cojen en Riumar, y los precios son asequibles. Para subir al barco con la silla de ruedas, no hay ningún problema, porque colocan una pasarela y los trabajadores del barco te ayudan a subir. Es muy bonito ir en cubierta, pero hemos de avisar que hace mucho aire. Mientras va por el río (que es la mayor parte del trayecto) casi no se mueve y podremos ver bastantes pájaros. Sólo empezará a moverse cuando entre en el mar. Dependiendo del estado del mar, el movimiento puede llegar a ser “fuerte”. Avisamos a las personas que se mareen con facilidad que cuando el barco esté en el mar, paran los motores para que notemos la sensación de las olas. Paran los motores unos cinco minutos, suficiente para marearte si no estás acostumbrado. Una vez en el río, la calma vuelve a su estado habitual. Llegaremos al punto de partida donde podremos seguir haciendo excursiones. El trayecto de ida y vuelta dura aproximadamente una hora. También podemos dar un paseo por la playa del Riumar que tiene unas pasarelas de madera por encima de la arena. Otra excursión muy bonita, es cruzar el río con el coche utilizando el transbordador.Es una plataforma que carga los vehículos y los lleva al otro lado navegando muy suavemente (precio: 3 € por vehículo, independientemente de las personas que viajen). El transbordador se puede coger en Deltebre (está indicado) y te deja en Sant Jaume d’Enveja. En este lado del Delta visitaremos porque vale la pena, El Poble Nou del Delta, un pueblo pequeño tipo «colonial», todo blanco. Si necesitamos más información, podremos dirigirnos a la Casa de Fusta, donde nos explicarán que rutas podemos hacer caminando. También hay una «agrobotiga» donde podremos comprar aparte de otros productos, el famoso arroz «bomba» cultivado en el propio Delta. Destacar que la mayoría de los itinerarios se pueden hacer con relativa facilidad en silla de ruedas. Realizada esta excursión, volvemos a cruzar el río con el transbordador. Una vez en Deltebre, recomendamos otra visita por su especial espectacularidad: la Punta del Fangar, donde está el faro. Hay que tener en cuenta que en algunos meses no podremos visitar el Fangar porque es época de nidificación (se ha de respetar esta norma) o también podemos encontrarnos que el camino ha sido afectado por los temporales y queda inaccesible y con posibilidad de encallarnos en la arena. La Punta del Fangar, es una inmensa superficie arenosa donde podemos ver espejismos en los días calurosos de verano.